Ingeniero informático, Alex Rayón es el vicedecano de Relaciones Externas y Formación Continua de Deusto Ingeniería y el director del Programa Ejecutivo en Big Data y Business Intelligence de esta misma universidad.
¿Qué avances consideras que ha traído el open data a nuestra sociedad?
Según se iban transformando digitalmente los diferentes contextos de la sociedad (relaciones entre personas, modos de consumo, medios de pago, etc.), la administración pública también lo hacía. De esta manera, comienzan a darse cuenta que tienen muchos datos de lo que ocurre en sus diferentes ámbitos de gobierno. Así, entender, a nivel de ciudad, la demanda de transporte público, las emisiones generadas, las altas y bajas de licencias de actividad económica, etc., son datos que atesoran, y que pueden ser de interés público. Observar lo que ocurre en esos diferentes ámbitos de gobierno puede ayudar a que organizaciones sociales o empresas puedan procesarlo, y construir servicios o comunicar conclusiones a partir de la apertura de esos datos. Por lo tanto, para mí, ha traído la posibilidad de analizar lo que ocurre en contextos públicos de una manera más inclusiva y abierta, ofreciéndole a la sociedad civil la oportunidad de colaborar en dicho proceso de datos.
¿Cómo crees que el open data contribuye a incrementar la transparencia de la acción pública?
En un plano meramente teórico, la respuesta debería ser que mucho. Ofrecer en abierto datos sobre las variables poblacionales, condiciones sociales, energía, datos medioambientales, etc. siempre va a ser bueno. El dato es público por naturaleza, al haber sido generado y financiado por la propia ciudadanía. No obstante, el problema está en los detalles: ¿cómo se ha abierto ese dato? ¿con qué periodicidad se abre ese dato? ¿qué nivel de granularidad tiene ese dato? Cuando hablamos de calidad de datos, hablamos de cinco dimensiones de problemas: datos completos, consistentes, temporalmente frescos, únicos y exactos. En muchas ocasiones los datos públicos no cumplen estas características, y, encima, se abren en formatos no explotables fácilmente (como un PDF).
¿Qué dataset te ha hecho especial ilusión haber visto abierto?
En los últimos tiempos, lógicamente, a pesar de que tardó semanas, ver en abierto datos de la evolución de la pandemia a un mayor nivel de detalle, me pareció tremendamente útil. Creo que los medios de comunicación no han cubierto la evolución de la enfermedad adecuadamente (no han modelado series temporales, no han hablado de oscilaciones significativas, han usado visualizaciones poco eficientes a nivel de comunicación, etc.). Por ello, en cuanto vimos que abrían más conjuntos de datos, pudimos la ciudadanía empezar a entender mejor esta evolución. Por otro lado, en los últimos años, que se hayan comenzado a incorporar datos de más profundidad del uso del transporte y de las licencias de actividad, nos ha permitido entender mejor el comportamiento del ciudadano en el conjunto de las ciudades. Eso siempre ayuda para entender mejor lo que sucede dentro de las ciudades. Yo creo que se debe hacer más esfuerzo en esta pregunta: ¿qué podrá ser de interés para los agentes sociales y económicos? Y no tanto solo publicar “lo que se tiene”.
¿Y aplicación desarrollada?
El trabajo que está haciendo Jaime Gómez-Obregón para analizar (cruzando e integrando) datos abiertos de listas electorales, adjudicaciones de contratos y constituciones de empresas, me parece tremendo. Creo que el reto del futuro va a radicar precisamente en eso: en cruzar datos públicos, y comenzar a entender las acciones humanas a partir de la relación y la mezcla de factores, que es lo que suele ocurrir en muchas ocasiones. Por otro lado, aplicaciones de índole cultural como Bilbao Now, me parecen muy útiles en sectores con tanta fragmentación (como es el de la oferta cultural). Yo creo que toda oferta pública en la que haya mucha dispersión informativa o elementos que “juntar”, es bueno que se centralice en este tipo de aplicaciones.
¿Y qué aplicación echas todavía de menos?
Más aplicaciones que hablen de la actividad económica dentro de una ciudad. Especialmente en clave de comercio local, que creo que muchas veces actúa un poco “ciego” por no ofrecerle más datos de movilidad, consumo o patrones de comportamiento de la ciudadanía.
¿Crees que tenemos suficientes especialistas en la materia en Euskadi?
Yo creo que el concepto “especialista” cabría explicarlo antes de dar una respuesta. Se habla mucho desde la perspectiva de conocer lo “público”, que siempre es necesario. Pero creo que se necesitan otras habilidades para poder aprovechar bien los datos públicos en abierto: ingesta de datos (estructurados y no estructurados), ingeniería de datos (manipulación, transformación e integración de datos), mejora de la calidad de los datos, aplicación de modelos de analítica (estadística e inteligencia artificial) y visualización eficiente de datos. Es decir, un pipeline completo de datos. Creo que no hay tantos especialistas como pensamos, porque se tienen especialistas en cada parte de la cadena, pero no en su globalidad, lo cual dificulta siempre el desarrollo de proyectos.
¿Qué retos crees que le depara el futuro al open data?
La suma entre lo respondido en la pregunta 2 y la 6: desde el punto de vista de la administración pública, mejorar los datos que se publican, y desde la ciudadanía, tener mejores habilidades para poder extraer valor novedoso y hallazgos de los datos.
¿Y específicamente en el mundo de la formación?
Creo que en este punto tenemos que mejorar en cómo enseñamos e incluso explicamos el valor de lo público expresado en datos. Hemos tendido a enseñarlo como si fuera descargar un Excel y hacer una gráfica (a veces incluso sobre la propia Excel), cuando la realidad es tan compleja como los pasos que citaba en el paso 6. Además, creo que deberíamos explicar mejor qué es una institución pública, qué es un gobierno y su administración pública y cómo se puede entender su lógica de actuación.
